EL DRAMA DE LOS 1,200
PRODUCTORES DE MANGO
En
Motupe y Olmos pierden anualmente más de 1 millón de dólares ante la
indiferencia del gobierno
En
el régimen aprista se pregonó a los cuatro vientos las bondades del Tratado de
Libre Comercio (TLC) con EE.UU. Se anunció como muy ventajoso para los
agricultores, pero la amarga experiencia de los 1,200 agricultores de mango de
Olmos y Motupe, en Lambayeque, muestra hasta qué punto ha sido nocivo este
acuerdo comercial.
Anualmente
tienen que enterrar toneladas del dulce fruto norteño porque nadie los compra.
Entre
otras razones, porque casi el 80% de “mangueros”carece de la certificación
Global GAP (Global Good Agricultural Practice), estándar de certificación internacional que asegura la
calidad de los alimentos y que EE.UU exige como requisito para que la fruta
ingrese a su país.
Tampoco
existe incentivo gubernamental para que los mismos productores instalen
procesadoras del producto para obtener diversos derivados, de manera que puedan
utilizar el excedente que no se puede comercializar. El Banco Agropecuario no
funciona y los compradores que acuden a los fundos o chacras ofrecen solo cinco
nuevos soles por jaba de 20 kilos, es decir 0.25 centavos de sol el kilo. Con
esas cifras, es claro darse cuenta de que el precio no alcanza ni para cubrir
los gastos de mantenimiento de la planta que da una cosecha al año.
La
exportación de mango peruano alcanzó las 100,000 toneladas métricas™ durante la
campaña 2009-2010. De esta cantidad solo se vendió el 50% al mercado
norteamericano. A raíz de la crisis se hizo un alto a los envíos, por lo que
Cristina Rizo Patrón, vicepresidenta de la Asociación de Agricultores de
Lambayeque, pidió la apertura de nuevos mercados para agilizar las
exportaciones. Sin embargo, el pedido no tuvo eco.
En
2011 la crisis fue similar. Por ello, un gran número de agricultores de Olmos
optó por cortar las plantaciones y convertirlas en jabas de madera para cargar
fruta o cítricos.
Y
es que cada planta de mango produce hasta 200 kilos por cosecha, pero durante
el año requiere de agua, nutrientes y de productos químicos para eliminar las
plagas. Además, debe seguir un plan estricto de cultivo bajo la supervisión del
Ministerio de Agricultura, en previsión de la mosca de la fruta.
En
Olmos y Motupe se cultiva mango de las variedades kent, haden, tomy, atkins y
keitt. Además, de EE.UU se exporta esta fruta a Holanda, Canadá, Rusia, China y
Japón.
La solución
Rizo
Patrón propone que el Ministerio de Agricultura desarrolle pruebas para conocer
la resistencia del fruto en su embarque hacia China, país con el cual Perú suscribió
un TLC. Quizás este mercado sea la solución para la agricultura lambayecana.
¿Lo hará el nuevo
gobierno, o simplemente cubriremos con tierra no solo el mango sino todo el
esfuerzo y la esperanza de los agricultores norteños?
FUENTE: Segundo Serrato.blogspot.com