En el corazón de esta provincia
está Íllimo, el pueblo que tiene ya 12 años rescatando la celebración del
carnaval antiguo, al que le han agregado el carnaval moderno.
Los primeros días del mes de
marzo son días del agua, polvo y pica pica. Son días de carnaval y en la
provincia de Lambayeque son días del rojo y verde.
Con los años y con la emigración
de muchas familias illimanas hacia Chiclayo y en especial hacia Lima, el
carnaval illimano fue languideciendo.
En pleno corazón de la provincia
de Lambayeque, el verde y el rojo entran a la lucha y sus seguidores dan todo
de sí para en dos días, mostrar no solo mucha alegría sino mucha creatividad.
La investigación del sociólogo y
docente del colegio nacional San Juan de Íllimo, Celso Cáceres Tantarico, ha
permitido que hoy se realice el carnaval illimano con sus bandos verde y rojo,
con sus hermosas y valientes reinas montando briosos caballos, con las madres
entusiastas preparando los potajes tan como lo preparaban las abuelas.
Y es que durante el carnaval
antiguo, las illimanas e illimanos muestran lo que han preparado para comer y
para beber cuando paren su yunza, la misma que ardornan con muchos objetos de
valor.
Historia y Tradición
En el famoso libro A Golpe de
Arpa escrito por el lambayecano José León Barandiarán y el illimano José
Paredes, se menciona cómo se celebraba el carnaval allá por las décadas 30, 40
y 50 del siglo pasado en las polvorientas calles illimanas.
Con los años y con la emigración
de muchas familias illimanas hacia Chiclayo y en especial hacia Lima, el
carnaval illimano fue languideciendo y para las últimas décadas del siglo XX,
solo sobrevivían sus famosas yunzas, las que en estos primeros años del siglo
XXI ya no se organizan.
Hoy los visitantes y los mismos
illimanos volverán a las calles para abrir sus corazones, sus inteligencias y
el verde y el rojo otra vez inyectarán a la provincia huerequeque de mucha
alegría, mucha adrenalina y mucha agua por supuesto. A carnavalear se ha dicho.
Por: Juan César Cabrejos Becerra